miércoles, 17 de agosto de 2016

Cuando la luna brillo como el sol

Cuando la Luna brillo como el Sol

 Dicen que en la vida hay que:
 Tener un hijo: tengo tres hijas
 Plantar un árbol: plante varios
 Escribir un libro: aquí esta..

Corriendo me baje del taxi en la estación del ferrocarril, iban a ser las 21, 50, tenía que tomar el tren de las 22,00 que salía para el interior. Suerte que en la boletería solo había una persona sacando pasaje, así ajustadamente solo tuve tiempo de comprar un diario, para entretenerme un poco durante el largo viaje que tenía que hacer, casi corriendo subí al tren. Estaba sentándome cuando se puso en movimiento, tras un largo pitido anunciando su partida, rechinando las ruedas sobre las vías, comenzó su larga trayectoria; Me acomode en el asiento, y puse mi único equipaje, un portafolios al lado de la ventanilla, me apoye en él para resguardarlo en caso de que me quedara dormido, no llevaba mas equipaje pues pensaba regresar a la noche de ese mismo día, luego de acomodarme el saco, mire a mi alrededor , y descubrí que pocas personas más viajaban en ese coche, luego me distraje mirando las luces de la ciudad a través de la ventanilla, hacia un poco de calor así que levante el vidrio solo unos centímetros, dejando entrar la brisa nocturna , era fines de noviembre y habíamos tenido un día muy caluroso anunciando la cercanía del verano. Me vino a la mente el motivo de mi viaje, me sentía feliz pues hacía tiempo que no andaba por el campo, y este iba a ser un motivo para disfrutar del paisaje, y de los olores tan característicos de los campos cerealeros. Recordando así mi niñez, cuando me tocaba llevar la lechera con el mate cocido con leche y galletas de campo, a los trabajadores en tiempos de trilla. Me trepaba a la trilladora y hacia como que manejaba la maquina. Divagando en la ensoñación de los recuerdos me trajo a la realidad el guarda del tren pidiendo los boletos, le entregue el mío para que lo marcara y aproveche para preguntarle a qué hora llegaríamos a Arroyito. --Me mira medio sorprendido y me dice, y calcule que más o menos a las 05,00 andaremos por ahí--. No aguanto su curiosidad.-- Que raro usted por Arroyito ¿tiene parientes?-- No; le digo, voy por trabajo, entonces le pregunte, él porque de su curiosidad,-- Es porque diría que conozco a toda la gente de ese lugar y no recuerdo haberlo visto a usted nunca por esos lares--, usted sabe que en los pueblos chicos se conoce a toda la gente; Si me imagino le dije, y aproveche para pedirle que en caso de dormirme, me despertara cuando estuviera llegando. --No se preocupe me dijo --y siguió con su rutina de pedir los boletos a los pasajeros, busque el diario que había quedado bajo el portafolios, y me puse a hojear las noticias de la tarde ya que era una edición vespertina , en la portada una foto del accidente del día, un colectivo había chocado con una camioneta destrozándola de tal forma que casi estaba cortada por la mitad, es increíble que todos los días haya algún accidente que le cuesta la vida a alguien, no sé si será por negligencia, o es que cada día hay más vehículos en la ciudad. El estridente pitido del tren me hizo levantar la vista del diario , íbamos pasando por una estación, donde no paro, miro la hora en mi reloj y veo que ya era la medianoche, me acomode en el asiento, y me cubrí la cara con el diario con la idea de dormir un poco , ya que tendría un día bastante movido y era tiempo de descansar, cerré los ojos y mentalmente repase toda la actividad que tendría una vez de llegar a destino. Era la primera vez que iba a ese pueblo y no conocía a nadie ,sabia por lo que me habían dicho en el trabajo, que era un pueblo rural de apenas unos tres mil habitantes, así que no habría mucho por ver. Mi empleo me había llevado a otros pueblos del interior pero a este no lo conocía. Trabajo en una importante compañía de seguros que se especializa mucho con el campo, asegurando sembradíos, maquinas rurales, y todo lo relacionado con el agro, en una palabra, yo era una especie de perito en siniestros, y a este lugar, justamente me traía el peritaje de un incendio que se había producido en unos galpones cerealeros, pertenecientes a la Cooperativa Agraria de Arroyito; Un buen cliente de la empresa, a quien mi jefe me había recomendado atender con deferencia , andaba en estos cabildeos cuando me he quedado dormido. Me sobresalte cuando el guarda me toco en el hombro para despertarme.-- Próxima parada es Arroyito, faltaran unos 15 minutos y llegamos, me dijo--; Le agradecí y comencé a prepararme para bajar, recogí el diario que se me había caído, y desparramado bajo el asiento, lo acomode, y lo guarde en el portafolios, me prendí el botón de la camisa y me acomode la corbata, en ese momento sonaba el pitido del tren, avisando que llegábamos, --miro el reloj y eran casi las5,00-- ya estaba clareando, y pintaba que sería un día caluroso, cuando comenzó a parar baje al estribo del coche, y por costumbre, me largue todavía en movimiento, era el único pasajero que descendía. En el andén, el encargado de la estación, se acerco a recibir un paquete de diarios y revistas, me fui directo al baño, y cuando regrese, le pregunte al mismo empleado, por algún lugar donde desayunar.--Me mira y dice, a esta hora no va a encontrar nada abierto, pero a eso de las 7,00, abre el bar del turco-- Saliendo de aquí, cruza la calle y camina a su derecha hasta la esquina, luego dobla a la izquierda, hace tres cuadras hasta la plaza, en la esquina esta el bar,-- es el primero que abre me dijo.-- Le doy las gracias y me quede mirando el tren que se iba. Cerca de las vías había silos y galpones, seguro que ese sería el lugar de mi destino; comencé a caminar en la dirección indicada, la madrugada invitaba a ese paseo., Al lado de la estación había unos eucaliptus enormes, y en lo más alto de sus ramas, un benteveo saludaba la proximidad del astro rey; ¡cuánto tiempo hacia que no lo sentía!, seguro desde mi infancia cuando vivía en el campo. Ese saludo, es algo que desde chico llamo mi atención, y me aventuro a decir que no hay muchas personas que lo hayan notado, pues es casi un rito, es sin dudas un saludo al sol, Todos conocemos el grito del benteveo cuando entona su ¨bicho feo, bicho feo¨, pero el saludo al sol, es distinto. Se para en la parte más alta del lugar, y mirando la salida del sol pega un aleteo, levanta vuelo unos diez metros, y se deja caer entonando algo así como Veooo… ayyytiiirrr ......tirrrr........tirrrr...castañetea con el pico, y vuelve a posarse en la rama. A veces se me ocurre que está diciendo ¨Aquí tierraaaaaa....tierra...tierra¨, este saludo lo repite durante unos quince minutos, luego, se retira del lugar, durante el día, jamás lo sentí entonar ese canto, aunque a veces, cuando se enoja o pelea con otro, hace castañetear su pico. Cuando doblo en la esquina me invade un exquisito perfume de las madreselvas en flor, que traen a mi mente recuerdos de mi madre, que tanto le gustaban las flores, especialmente las madreselvas, y los nardos por su delicado perfume, sigo caminando, me cruzo con algunos parroquianos madrugadores que me miran sorprendidos. Tal vez por mi atuendo, aun así, me saludan amablemente, como suele pasar con la gente del interior. Creo que fue en ese momento, que comencé a oír aquel raro sonido, o por lo menos, fue el instante en que le preste atención, ya que no me resultaba conocido, sigo caminando, pasan algunos autos y una camioneta, ya comenzaba a haber movimiento en el pueblo. Llego al fin a la plaza, y efectivamente en la esquina una vieja casona donde se destacaba en su frente ¨Bar El Turco¨. Estaba aun con la persiana baja, así que decidí cruzarme a la plaza, y sentarme en un banco a esperar que abriera, miro mi reloj, iban a ser recién las 5,30. Otra vez, ese extraño sonido, era realmente algo muy extraño, mescla de chirrido, que se parecía a un alarido, a un lamento, me quede pensando que podía ser. La mañana estaba realmente hermosa, la brisa matinal traía la frescura y los aromas del campo, el sol, ya iluminaba los techos de las casas, frente a mí, cruzando la calle, en una cornisa, otra cosa que hacía mucho no veía , estaba coronada de conejitos en flor, de varios colores, siempre me pregunte, como iban a parar las semillas a las alturas de los edificios viejos, tal vez sea obra de los pájaros, me quede un rato pensando, era otra de las tantas cosas raras de la naturaleza. Luego abrí mi portafolio y saque el diario, con el fin de pasar el rato hasta que el bar abriera sus puertas. Otra vez el sonido, pese a ser en principio agudo, terminaba en un lamento, casi gutural, se cruzaron por mi cabeza distintos recuerdos, buscando, en definitiva algo que se pereciera a eso, así es que recordé, una vez que fui a visitar a un pariente al campo. Estábamos cenando cuando me dice,--Te aviso que si sentís un grito esta noche, no te asustes porque es el molino--, ¿cómo? le pregunte, --Y pasa a explicarme--, Un viejo molino a pocos metros de la casa, al mover la cola, la brisa nocturna, la vieja máquina, chirriaba y parecía un alarido. --Así que llego la hora de ir a dormir--, A eso de las 3,00 de la madrugada me despertó el sonido del molino, puedo asegurar, que ese ruido le ponía los pelos de punta al más pintado de los corajudos. Menos mal que me habían avisado, estaba en estos pensamientos cuando volví a sentir el misterioso sonido. Ahora trajo otro recuerdo de mi niñez, cuando llegaban circos a mi pueblo. Solían acampar a unas pocas cuadras de donde yo vivía, si traían algún tigre, león o alguna fiera, por la noche estos animales gritaban, terminando sus gritos en forma gutural ,de baja frecuencia, bien, este sonido de marras, tenía algo de estos recuerdos, decidí prestarle más atención. Estaba en estos pensamientos cuando siento el ruido de la persiana del bar. Bueno al fin podría lavarme un poco y desayunar. Otra vez el sonido, ahora parecía más seco como si fuera el chirrido de dos maderas, era algo muy raro. Pongo el diario bajo el brazo, tomo el portafolios y me cruzo, me quedo parado frente a la puerta, esperando que terminaran de abrir las ventanas, cuando se abre la puerta. Un señor bastante fornido, amablemente me invita a pasar; --¨pase sañur, enseguida lo atiende¨--, me dice con el acento característico de los inmigrantes del medio oriente; Termina de abrir. -- Me mira de arriba abajo y me dice, ¨que desea sañur..., --Le contesto, que quiero desayunar si es posible, y me dice que solo puede ofrecerme, café con leche con galletitas, o algún sándwich con pan del día anterior, pues el panadero, recién a las 8,00 le trae el pan y las medialunas, Entonces le digo que con un sándwich está bien, le pido pasar al baño para higienizarme un poco, --Se da vuelta y me dice, por el pasillo, la segunda puerta a la derecha, vaya que mientras le preparo el café.-- Encaro por el pasillo, abro la puerta y me encuentro en una habitación enorme, azulejada de blanco, con una mesa y un banco en un lado, coloco mi portafolio sobre la mesa y lo abro buscando en uno de los sobres una toalla, y el jabón. Sabía que mi señora, la había acomodado bien planchada para que ocupara poco lugar; me saque el saco, la corbata, y procedí a lavarme la cara, para despabilarme un poco, y de paso asearme., Luego doble bien la toalla, la coloque en el portafolios, y termine de arreglar la corbata, me pase la mano por la cabeza, aplastando el poco pelo que me quedaba, y me encamine al bar. Me siento a esperar mi desayuno, y veo que llegan cuatro parroquianos, riéndose y vociferando, saludan con un: buen día, y se sientan en una mesa cercana, Siguen charlando sin prestarme más atención, tenían pinta de trabajadores municipales, hablaban bastante fuerte. Siento cuando uno comenta: Anoche no me dejo dormir ese bicho de mierda, y otro comenta, no sé porque no lo matan de una vez así no jode mas, a mí me tiene podrido, lo tengo a una cuadra de casa, y es insoportable, comenta otro. A mí se me cruzo por la mente,-- ¿Sera ese el ruido que tanto me intriga desde que llegue al pueblo? ¿Un bicho? -- Estaba en esos pensamientos cuando se me acerca el turco con el desayuno, café con leche, y un sándwich hecho en un pan francés descortezado, y cortado en cuatro, demás está decir que no lo pude terminar; comenzó a entrar gente al bar, y todo el mundo saludaba amablemente, no sin antes sacarme una radiografía, por mi traje y corbata. Era evidente que por el lugar no era muy común, me quede un rato en el bar haciendo tiempo, luego llamo al turco, para abonarle el desayuno, y no aguante mas. Le comento, que había sentido a los parroquianos que ya se habían ido, hablar de un bicho que los molestaba,-- ¡ah! dice ,-- , es Luna ,una leona que dejo el circo este invierno. La tiene el gitano, en parte de pago por el alquiler del predio que no pudieron pagar, es un bicho muy molesto, me dice , nadie del pueblo la quiere, y están esperando que se muera , en ese momento entra más gente al local, el turco me pide permiso y se retira. Yo me quede pensando en lo que me había dicho de la leona, realmente, pese a que había alguna reminiscencia, del bramido de una fiera , ese sonido poco se parecía, así que quede más intrigado aun. Antes de irme salude al turco, le di las gracias por su atención, y de paso le pregunte por la oficina de la cerealera; --Ahí nomas cruzando la plaza me dice--, Me tiende la mano muy amable junto a un,-- Hasta cuando guste sañur... -- Salgo de ahí y me dirijo hacia el lugar de destino en ese pueblo, llego hasta la puerta y veo que tiene un letrero con el horario de apertura, 8,30,miro mi reloj y faltaban unos veinte minutos, me cruce nuevamente a la plaza y me senté a esperar que abrieran, ahora el sonido se sentía más fuerte. Abrí mi maleta y revise la papelería que llevaba, busque mi cámara fotográfica, la principal herramienta para mi trabajo, pues con ella documentaba lo siniestrado, me cerciore de que tenía dos rollos más, de película 35 mm. , por entonces todavía no había maquinas digitales, así que resultaba imprescindible contar con repuestos, el extraño sonido, que ahora sabia que en realidad era un lamento, sé repetía cada tanto, estaba tan intrigado que ya me había decidido a ir, luego de cumplida mi tarea, a ver en qué condiciones estaba ese animal. No paso mucho rato, cuando paro una camioneta frente a la cooperativa, bajan dos personas y se disponen a abrir el local, iban ser las 8,55, cerré mi maletín, me arregle la corbata, y cruce la calle, me acerco y saludo, uno de ellos me pregunta, usted viene a la Cooperativa, si--,.Soy de la aseguradora ¨¨La Cosecha¨¨y vengo por el siniestro de los galpones-- ¡Ah! Me dice, pero el gerente llega recién a las 10,00, va a tener que venir más tarde, nosotros no podemos hacer nada, eso lo maneja don Pedro, dice el otro. Bueno ya resignado a esperar, les pregunte si estaba muy lejos lo del gitano; --siga aquí derecho tres cuadras y ya lo va a encontrar por el grito de Luna--, No le pregunte quien era Luna pues ya lo sabía, a esa hora el sol estaba picando muy fuerte, así que me saque la corbata y desprendí el cuello de la camisa, ya me molestaba hasta el saco, lamente no haber venido mas de campo, con una chomba y una camperita liviana, pero en la capital, ya me había habituado al traje y la corbata., Comencé a caminar rumbo a lo del gitano, no sabía con que me iba a encontrar, el portafolio me pesaba una tonelada, y la transpiración comenzaba a mojar mi cara, camine las tres cuadras, y lo primero que detecte del lugar fue un olor nauseabundo, casi en la esquina, había restos de una vieja construcción, de la que quedaban parte de una reja de unos tres metros de alto, flanqueado por una pared alta en un costado, frente a la reja por la parte de atrás, una pared hecha de ladrillos amontonados, que formaban una ele, cerrando así lo que sería una jaula precaria. Me acerco con cautela esperando ver una fiera, y no vi nada, en ese momento, sentí aquel sonido que tanto me había intrigado, me acerco un poco más, y veo un saco de huesos en un rincón, era lo que alguna vez había sido la compañera del rey de la selva, era tan lamentable la imagen de esa criatura, o mejor dicho de lo que quedaba. Eso que estaba ahí, apenas pesaría unos cuarenta kilos, cuando el peso de una leona adulta llega a los 175 kilos, fue algo muy fuerte, que me golpeo en lo más intimo., Era una piltrafa, con los ojos casi cerrados por las lagañas, y llenos de pus, tapada de moscas, al extremo, que no entiendo como no estaba agusanada, en la jaula no había ni rastros de agua, y ni hablar de comida; Le hable, y era como si no me hubiera oído, en el acto pensé, que yo tenía que hacer algo por ese animal. Al costado, del lado de la casona había una escalera de material que daban a una puerta en la planta alta, me supuse que ahí viviría el gitano, antes de subir golpee las manos varias veces, como no salía nadie subí las escaleras y golpee la puerta, --¿quién es?-- salió del interior; ando buscando al gitano dije, espere un momento, se abre la puerta, salió un personaje de baja estatura pero muy morrudo, con una musculosa, que alguna vez había sido blanca, llena de agujeros, y en calzoncillos. --¿Qué quiere?-- Suponiendo que era el gitano, le dije que quería saber porque tenía la leona en esas condiciones, me mira de arriba abajo, y de muy mala manera me dice: Porque no se deja de romper las pelotas, me viene a sacar de la cama por esa boludez, pega un portazo cerrando la puerta, no satisfecho, vuelvo a golpear, se abre la puerta, y sale el personaje con una escopeta de dos caños, muy caliente me dice, te vas o te cago a tiros, por supuesto, que ante esa postura no me quedo más remedio que bajar las escaleras sin decir nada, me acerque a la jaula, y le dije al saco de huesos, que algo iba a tratar de hacer, di media vuelta y volví tras mis pasos hasta la plaza. Mientras caminaba, pensaba que hacer, miro el reloj y faltaba todavía para las diez, así que cuando llegue a la plaza, me acerque a la Intendencia que ya había visto junto a la Iglesia del pueblo, me puse el saco y la corbata. Entre a un pasillo largo, al fondo, sé veía un patio enorme, con un aljibe en el centro, todo pintado de verde al mejor estilo colonial, a mi derecha, un letrero que decía Mesa de Entradas, entro, y me atiende una señorita muy amable, pregunto por el intendente; me responde,-- mire señor el Doctor hasta después de las once no viene, ahora está en el Hospital--, bueno pero estará el Secretario de Gobierno; Posiblemente por mi vestimenta, se preocupo por atenderme, un momentito que me cruzo a la oficina de enfrente a ver si esta, así es que enseguida vuelve, y me invita a cruzar. Sale un señor de unos cincuenta años bajito, y muy amable me dice, pase a mi oficina por favor --¿en qué puedo servirle?-- Mire yo vengo pues he visto la herejía que se está cometiendo con un animal, me mira sorprendido y me dice --¿dónde? --me refiero a la leona que tiene el gitano--. ¡Ah! Eso--, por favor no pierda su tiempo y me haga perder tiempo a mí, ese bicho ya sé tendría que haber muerto. No me diga, usted como gobierno tiene que hacer algo le digo, sino voy a esperar al Intendente. Larga una carcajada y me dice, el Doctor lo va a sacar carpiendo, mire por la pavada que viene, usted con su trajecito quiere impresionarnos, este es un pueblo de gente tranquila, le aconsejo que se vaya y no vuelva, el Doctor está muy ocupado, para preocuparse por un bicho que nadie quiere en el pueblo. Estuve a punto de contestarle, y me contuve, mire mi reloj y ya estaba en hora de mi trabajo, igual le di las gracias por atenderme, y me retire, me fui muy desilusionado y dolorido por la falta de sentimientos de esa gente. Llego a la Cooperativa, y un empleado me atiende, pase usted que ya llego don Pedro, me hace pasar a una oficina donde un señor, me recibe con una amplia sonrisa,-- Lo estaba esperando amigo--, recién llamaron de la capital preguntando, si usted había llegado, así es que luego de las presentaciones, me invita a subir a una camioneta, y partimos hacia los galpones; Por el camino me comenta lo raro del incendio, pues en 16 años que tenia la Cooperativa jamás había ocurrido algo así. Hay mucha precaución para evitar los incendios, comenzando que está totalmente prohibido fumar, y encender fuego cerca de los galpones me comenta. El lugar era el que yo me imaginaba, a un kilometro aproximadamente de la estación y cercano a las vías, llegamos y nos recibe el encargado, que tenía su vivienda ahí, y era también quien oficiaba de sereno, luego de los saludos vamos a ver el siniestro, lamentablemente toda la semilla que había en su interior se había perdido, parte por el incendio, y parte por tanta agua que habían echado los Bomberos para apagarlo, también el galpón estaba muy deteriorado por efecto del calor, que había retorcido vigas y chapas de zinc. La perdida era total; abrí mi maletín y saque mi vieja Voigtländer de 35 mm. comencé a sacar fotografías del lugar, para documentar bien el informe, que tendría que llevar de regreso, luego don Pedro, convoco a toda la gente que estaba trabajando, a un amplio salón, donde comenzó un interrogatorio, para saber si alguien había visto algo anormal en los días previos al siniestro, nadie sabía nada ,pero todos suponían que podría haber sido un linyera (vagabundo) , de los que suelen llegar en los trenes de carga, es posible que hiciera fuego al lado del galpón y alguna chispa entrara por un respiradero provocando el incendio. Luego de larga charla con los trabajadores, y de haber tomado gran cantidad de fotografías ,estaba listo para hacer el informe requerido en estos casos; Volvimos al centro del pueblo, entramos a la oficina a ultimar algunos detalles, ya era casi medio día , yo tenía previsto regresar en el tren que pasaba a las 14,00 horas, así que aun tenía tiempo para averiguar algo más de Luna, le pregunte a don Pedro sobre el animal, y me dijo mas o menos lo mismo que los demás, no tenía ni idea de las condiciones miserables, que se encontraba eso, que alguna vez había sido una fiera, me apure a despedirme y salí de ese lugar , para regresar a lo del gitano, Mientras caminaba en esa dirección otra vez el lamento, lo primero que hice cuando llegue, fue sacar mi máquina fotográfica, y procedí a tomar fotos desde distintos ángulos, de esta forma, documente gráficamente la situación lamentable del animal, pensando que tal vez podría hacer algo por ella. El espectáculo era deplorable, sé me vino a la mente aquella inspirada canción de (1) Chico Novarro,--(Carta de un león a otro)--, realmente muy triste la vida de los animales en cautiverio; No entiendo como todavía tenía algo de vida, pues solo unos huesos blancos, algunas cascaras de papa y restos de verdura, no había otra cosa en la jaula, era evidente que sobrevivía, porque alguna alma piadosa le tiraba sobras de comida. Antes de irme, me acerque a ese despojo de animal que estaba con los ojos cerrados, me puse en cuclillas a su lado a través de la reja, y sentí el impulso de acariciarla. Introduzco la mano y la paso suavemente sobre el morro acariciándola , al sentir mi mano, entreabre los ojos, hago un movimiento brusco para retirar mi mano, pensando que la perdería entre las fauces de la leona, pego en la reja, y pierdo el equilibrio, introduciendo todo el brazo dentro de la jaula, instintivamente cerré los ojos, esperando quedarme sin brazo, cuando siento como si una madera rozara suavemente mi mano, abro los ojos, y veo que era la lengua reseca del animal, que me devolvía la caricia., Se me estrujo el corazón, no me avergüenzo en decir que se me cayeron las lagrimas, y le hable ,le hable como se le habla a un ser querido, prometiéndole que no me iría del pueblo sin haber hecho algo por ella, después de acariciarla largo rato, me incorpore , ya había tomado una determinación, guarde mi máquina fotográfica, me despedí de Luna y retorne, pensando en volver a la Intendencia a hablar con el Intendente. Cuando cruce la plaza, me fui directamente al lado opuesto, donde había visto una estación de servicio, me acerque y compre 5 litros de nafta que me entregaron en una bolsa plástica, comencé a caminar rumbo a la Municipalidad, y al pasar por un kiosco compre un encendedor. Ahora si estaba preparado para ver al jefe del pueblo, entre, y me dirigí a mesa de entradas, hable con la misma persona que anteriormente me había atendido, y le pedí hablar con el Intendente, seguramente vio algo en mis ojos. Un momentito me dice y se cruza enfrente donde estaba el despacho del Secretario de Gobierno, enseguida sale este, diciendo que el Intendente no puede atenderme pues está ocupado. Bien le digo, si no quiere salir por las buenas, lo tendrá que hacer por las malas, y comencé a regar con nafta los pisos de madera, no, no,--¿qué hace? , ¿Está loco?--, Si, le digo, ustedes me vuelven loco, o me atiende el Intendente o le prendo fuego, y saque el encendedor, ya bastante alterado y por los gritos, apareció un hombre delgado de unos sesenta años, que quiere, yo soy el Intendente me dice. Quiero que haya un poco de humanidad en este pueblo miserable, quiero que mande alguien a darle de comer y beber a ese pobre animal, que tiene el cretino del gitano,--y que ustedes prefieren ver muerto--; usted está loco me dice, si piensa que yo me voy a preocupar por ese bicho de porquería, a todo esto la chica que me había atendido, sé había ido a llamar a otros empleados. Llegaron pretendiendo entrar, ahí, les pego el grito no entren, si no quieren morir quemados, y vuelvo a regar con nafta, ahora las paredes y los muebles ,y prendo el encendedor; viendo mi actitud decidida, el Intendente me dice,-- Espere, espere que quiere que haga--. Quiero que ya mande gente a darle de comer y beber a ese animal;-- bueno, bueno tranquilo--, haber José, le dice a uno de los que habían quedado afuera, vayan al matadero, y llévele comida a la leona, y de paso dígale al jefe de Bomberos que vaya con un tanque y limpien la jaula, y que le den agua. Si, y que sea rápido digo yo, --bien Doctor salgo enseguida dice el tal José y se fue corriendo--, Dicho esto apago el encendedor, justo, cuando cae la Policía, entra un tipo de civil con un agente por detrás. --Por fin comisario le dice el Doctor--, antes que hablara, le digo, Comisario, tome nafta para el móvil, ya no la necesito;-- Así que usted ha hecho todo este lio--, me va a tener que acompañar, me sigue por las buenas o lo hago esposar, no hace falta le digo, no soy mala persona, si hice esto fue porque era la única manera que el señor Intendente me atendiera. El Doctor al ver que también había estado en falta, le dice al Comisario, la verdad que tiene razón, yo fui muy torpe, al no querer atenderlo como a un ciudadano cualquiera, ahí, el Comisario se afloja un poco y dice, --porque no me cuenta lo que paso--, ahí nomas y lo más rápido que pude, pase a explicar lo que había pasado, Comisario , yo que usted, mandaría a un agente con este muchacho que fue llevarle la comida a la leona, porque el gitano me amenazo con una escopeta, si iban a molestarlo los iba a sacar a tiros; a ver Cabo, avise por el móvil que vaya alguien a lo del gitano , y si se resiste llévenlo preso, ya me tiene cansado con sus amenazas a todo el que pasa por ahí. El comisario ahí mismo me pide documentos, le entrego mis documentos y mi credencial de la empresa para la que trabajo, entonces les digo que la persona que me conoce en el pueblo, es don Pedro el gerente de la Cooperativa Agraria, quien puede testificar a mi favor, el Comisario lo hace llamar, y a los 5 minutos estaba don Pedro en la Intendencia, cuando me ve me dice.--, En que lio se ha metido amigo, ha revolucionado el pueblo--; Comisario, le dice este hombre ha venido a hacer el peritaje del incendio, y le garantizo que es buena persona, no lo va a meter preso ahora, que en un rato tiene que viajar. Bueno dice el comisario, todo depende del Doctor, si él no levanta cargos, yo nada puedo hacer. Trate de explicar a todos, que mi única intención era no dejar que la leona se muriera, y si no la atendían en el pueblo, yo iba a gestionar para llevarla a un zoológico. Entonces se me ocurrió una idea para asustarlos un poco, ahora que están aquí juntos ,las fuerzas vivas del pueblo, les hago esta propuesta , ustedes que prefieren , que el pueblo de Arroyito , sea conocido en todo el país , como un lugar de gente caritativa y con sentimientos, o por el contrario como un lugar de gente desalmada , que maltrata a los animales , al extremo de desearles la muerte, porque , ni bien llegue a la Capital , voy a ir a los diarios y canales de tv, también a la Sociedad Protectora de Animales, hasta encontrar alguien que me ayude a recuperar este pobre animal. Todos se quedaron callados, aproveche para decir, a partir de este momento lo hago a usted Doctor responsable por la vida de esa leona, se miraban entre ellos, hasta que hablo el Intendente, está bien Comisario, déjelo ir a este hombre, la verdad que tiene razón. Les agradecí a todos, y les pedí disculpa por el mal rato que habían pasado, y le digo a don Pedro, si el Comisario me lo permite, quisiera que me llevara hasta lo del gitano a despedirme de Luna, y luego a la Estación del Ferrocarril, el Comisario me devolvió los documentos, y sonriendo me dice, si vuelve espero que venga más tranquilo. Ah y gracias por la nafta, me tiende la mano, lo saludo y luego hago lo mismo con todos, el Doctor , me toma de la mano y mirándome a los ojos , me dice ,hoy usted nos ha dado una lección, háganos quedar bien que yo le voy a cuidar a la (nena) hasta que vuelva. Don Pedro me dice, vamos porque va a perder el tren, subo a la camioneta y enseguida estuvimos en lo del gitano, que dicho sea de paso lo encontramos esposado al paragolpes del patrullero, cuando me vio, menos bonito me dijo de todo, ya los bomberos habían lavado la jaula, y encontré a Luna prendida a la cabeza de un hueso, pero aun así cuando me vio levanto la cabeza y ensayo una especie de saludo, le hable y parecía que me entendía lo que le decía, hizo un gran esfuerzo para pararse y se acerco a la reja sin dejar de roer el hueso, metí la mano para acariciarla una vez más , y todos pegaron el grito, cuidado que le va a sacar la mano. Sin hacer caso la acaricie y trate de sacarle las lagañas, le pedí a uno de los bomberos, si podía alcanzarme un trapo mojado, con el trapo le limpie bien los ojos, luego me enderece y le prometí que volveríamos a vernos, me doy vuelta y veo que todos están con la boca abierta, en expresión de sorpresa, don Pedro me dice,-- si no lo veo ,no lo creo--, lo miro y le digo, esta pobre criatura , además de falta de comida ,esta falta de cariño, saludo a todos , y le pido a don Pedro que me lleve a la estación ,vamos me dice que ya son menos cuarto, subo a la camioneta y partimos rápidamente, dejando atrás el comentario de toda la gente que se había reunido en el lugar, me deja en la estación , lo saludo y le agradezco todo lo que había hecho por mí, le prometí que pronto tendría noticias mías, y le pedí, que cuidara de Luna, que estuviera bien atendida, cargue mi maletín, salude afectuosamente a don Pedro. Entre en la estación, saque boleto y me dirigí al andén, donde esperaban una pareja con un bebe en brazos, ya se acercaba el tren dando una larga pitada, sentí en ese momento que mi estomago, me avisaba que no había ingerido nada desde la mañana. Subí al tren esperando que hubiera coche comedor, me acomode en el primer asiento, esperando que viniera el guarda pidiendo los boletos, para preguntar si había posibilidad de comer algo, la parejita subió en otro coche, en este viajaba bastante gente, al menos estaría más entretenido, la formación se puso en movimiento y el guarda no tardo en aparecer. --¿Como le fue por Arroyito amigo?--, lo mire sonriendo, le digo muy bien, por aquí la gente es muy amable; ¡¡Ah vio!! estos son pueblos tranquilos, aquí no es como la capital, aquí se conocen todos, me dice mientras pica el boleto, aprovecho para preguntarle por el comedor, me dice, si se apura tal vez pueda comer algo, el segundo es el comedor, levanto mi escaso equipaje y me apuro, Entro y me acerco a la barra, pregunto si aun se podía comer algo, y amablemente me contesta el mozo que atendía, --lo único que le podemos ofrecer a esta hora, es milanesa con fritas--, está bien le digo, mientras la preparan voy al baño a lavarme las manos. Regreso y me acomodo en una mesita individual, delante mío había una mesa con dos señoras , que estaban terminando de almorzar, en otra un señor tomando un café y leyendo un diario, se acerca el mozo y me pregunta que voy a beber,-- si tiene vino blanco bien frio, por favor tráigame una botella de medio--, bien me dice y se dirige a atender las señoras que lo habían llamado, no se hizo esperar mucho , regreso con los cubiertos, la milanesa y las papas fritas, ya le traigo el vino me dice, y enseguida vuelve con la copa, el vino, y una servilleta.. La milanesa estaba riquísima al igual que las papas, tal vez me pareció más rica por el hambre que tenia, así que la deguste con fruición. Mientras, recordaba lo vivido esa mañana, me cuestione a mí mismo, el porqué de la reacción violenta que había tenido, por qué me conmovió tanto la reacción de la leona; Cuando yo pensé, que perdía mi brazo en sus fauces, me responde lamiendo mi mano, lo recuerdo y se me estruja el corazón, fue como si hubiera apretado un gatillo dentro mío, que disparo esa locura de hacer algo por ese animal, nunca me había ocurrido algo así. Como lo he mencionado, me crie en el campo y he visto el sufrimiento de un caballo con una pata rota, o una oveja agusanada, o un ternero enredado en un alambre de púas, siempre, lo primero que se hace es tratar de curarlo, y si no se puede , se sacrifica, para evitar que sufra; Pero nunca había sentido esa mescla de ternura y bronca, que sentí cuando vi en las condiciones que estaba esa pobre criatura, también se me cruzo por la mente un recuerdo que me atormento durante mucho tiempo. Fue un año que tuvo mucho valor la liebre, y solíamos salir a cazar de noche con reflectores, matábamos unas doscientas liebres por noche, y al otro día la llevábamos al pueblo para venderlas, a veces encontramos alguna aun viva, con las patas rotas o las tripas afuera, eso es algo que me cuesta perdonarme, tal vez por eso es que ahora no puedo ver sufrir a un animal. Termine de almorzar, pedí un café y la cuenta, al rato regreso el mozo con el café y la adicción. Ahora con el estomago lleno era otra persona, termine mi café, pague, agradecí la atención, y regrese al coche, me ubique en el mismo asiento , coloque el portafolios a mi lado y me apoye en el, dispuesto a hacerme una siesta, me seguía dando vueltas el tema de Luna, y me puse a pensar cual serian mis pasos a seguir una vez de llegar a la Capital. Tal vez se pregunten, como un tipo de campo había ido a parar a la gran ciudad, el tema es así, un día fui a visitar unos amigos en mi pueblo, y conocí a un linda morocha, amiga de ellos que estaba de visita, fuimos presentados y simpatizamos desde el primer momento, así es que esa morocha es ahora mi esposa., Pero a ella le costaba mucho acostumbrarse al pueblo, ya que sus únicos conocidos eran estos amigos, buscamos la forma de acercarnos a la Capital donde vivían sus padres, y amistades de toda su vida, así que un día la solución llego de la mano de un tío de ella ,que era socio de la aseguradora, al conocerme y saber que era gente de campo, me ofreció , de ser el nexo con el agro, o sea cada vez que hay que ir al campo por cualquier tema del seguro, soy el encargado de hacerlo. Durante un tiempo me costó acostumbrarme, pero con tal de ver a mi esposa feliz acepte el desafío, y aquí estoy, haciendo de perito en siniestros. Me saque el saco, la corbata, me desprendí y arremangue la camisa, y me dispuse a hacer la siesta, abrí las ventanillas pues estaba muy caluroso, aunque estaba del lado contrario al sol, aun estaba muy alto así que más se hacía sentir, cerré los ojos y al rato me quede dormido. Me desperté llegando a la capital, bajo del tren y me tomo un taxi que me lleva a casa, estaba realmente muy cansado, así que lo primero que hice luego de saludar a mi esposa fue darme una ducha, ya mas fresquito y con solo el pantalón del pijama, me dispuse a cenar y contar todo lo vivido ese día, a mi señora Ella no lo podía creer, por supuesto me recrimino por mi actitud ante las autoridades del pueblo, pensando que podría haber ocasionado graves problemas, si se me caía el encendedor e iniciaba un incendio. Luego me pregunta que pensaba hacer con ese caso, y le respondí que ya tenía todo planeado, al día siguiente iría a ver al a esposa de uno de los socios de la aseguradora, que pertenecía a la Sociedad Protectora de Animales seguramente ella sabría cómo realizar los contactos necesarios para llegar hasta las autoridades del Zoológico, mientras cenábamos le termine de contar todo relacionado al trabajo y al viaje, mientras ella me comentaba las novedades de la casa, había llamado una de nuestras hijas para saber como estábamos, y avisarnos que posiblemente el fin de semana nos visitaría. Luego de una corta sobremesa, nos fuimos a la cama, yo estaba muy cansado, así que me quede dormido en el acto. Sonó el despertador a las 6,30, me incorpore en la cama y luego de una elongación de brazos para sacarme la pereza, me dispuse a higienizarme, cuando salgo del baño, ya estaba levantada mi señora, y se disponía a preparar el desayuno, termino de vestirme, me dirijo a la cocina, ya tenía la mesa puesta, me sirvo el café, mientras mi esposa entraba al baño, yo desayuno. Pensando elaborar un plan para mis actividades diarias, lo primero que haría es llevar los rollos de fotos al laboratorio para su revelado, luego me iría directamente al trabajo, termine mi desayuno, salude a mi esposa y salí a la calle, camine dos cuadras y tome el colectivo que me llevaría a la aseguradora, de paso, deje las fotos para revelar, así para esa misma tarde tendría las imágenes para hacer mi informe. Cuando llegue, los empleados me recibieron sonrientes como haciéndose cómplices de alguna travesura, indudablemente ya se habían enterado por don Pedro de lo ocurrido en Arroyito, luego de los saludos me dirigí a mi oficina a preparar el informe, al rato llego el tío de mi mujer y el socio, no se pudieron contener, y se vinieron directo a la oficina, ambos sonrientes. -¿Qué has andado haciendo por ahí? Asustando gente --, según don Pedro, has revolucionado el pueblo de Arroyito, cuéntanos como es el asunto, que es lo que paso. Así pase a contar con lujo de detalles lo ocurrido, me imagino que habrás documentado todo fotográficamente, me dice el socio, mi señora se va a poner loca cuando se entere de semejante herejía, seguro que va a hacer algo. Contaba con eso, le digo, ella tiene posibilidades de llegar a las autoridades del Zoológico, para ir a buscarla, con gente especializada, en el trato de ese tipo de animales. Esa misma tarde retire las fotos del laboratorio, separe las del incendio y envié las otras a la Sociedad Protectora de Animales, por medio del socio de mi tío, al otro día ya estaba todo preparado para ir a buscar a Luna, pedí permiso para acompañar a la gente del Zoo, y con el aval de mis patrones, fui de la partida, al día siguiente, por la tarde partimos en un Furgón Sanitario, preparado para estos casos, éramos el chofer, el médico veterinario y yo, con toda la papelería apropiada para retirar el animal en nombre de la S.P.de A. y del Zoo Capitalino. Viajamos toda la noche y al otro día a primera hora estábamos en la puerta de la Municipalidad, a la espera del Intendente, a las 08,00 hs. Llego el doctor con el Secretario de Gobierno, ya estaban enterados de que llegaríamos temprano, luego de las presentaciones formales , nos hace pasar a su despacho, nos ofrece café, y pasa a contarnos algunas novedades, yo le pregunto por Luna, y me dice que me quede tranquilo que está bien cuidada, y agrega, sabe que tenemos algunos datos interesantes, nos pusimos en contacto con el dueño del circo. Luna había nacido ahí en cautiverio, y a los pocos días murió su madre, fue criada por la esposa del cuidador, he aquí el motivo de su mansedumbre, aun así tuvo mala suerte, pues al poco tiempo también falleció su mama sustituta, en un trágico accidente. A partir de ahí, comenzó su mala suerte, pues nadie le daba el cariño al que estaba acostumbrada, además por ser demasiado mansa, no le servía al circo más que de vista, ya que en vez de demostrar su fiereza, se ponía a jugar con el domador, ese fue el motivo por el que se la dejaron al gitano, en pago por el alquiler que debían. Sabemos que tiene solo tres años de edad, aunque parece mayor debido a su mal estado, estábamos en esa charla cuando se hace anunciar el Comisario. Lo hacen pasar, me saluda primero, parece que vino con refuerzos me dice sonriendo, y si le digo , por las dudas de que tenga que quedar detenido, hago las presentaciones y seguimos con la conversación, bueno dice el Comisario , al gitano ya lo ablande, le dije que si quiere recuperar la leona tendrá que pagar toda la alimentación y medicinas necesarias para su cuidado, hasta que se reponga. No le gusto nada,-- que se lleven esa porquería-- dijo, así que esta la vía libre, igual haremos un acta de entrega, para que no tengan problemas en el viaje de retorno. Otra novedad nos dice el Doctor, pueden creer que se ha hecho tan popular, que ahora todo el pueblo quiere que se quede, no creo que sea posible le digo pues necesita cuidados especiales, el veterinario asintió con la cabeza. Salimos todos a ver a Luna, encontramos que había gente de la Municipalidad limpiando la jaula con una manguera que le habían dejado los bomberos, saludamos y les pregunto ¿cómo anda la nena?, Ella me estaba dando la espalda, pero cuando sintió mi voz se dio vuelta, me saludo con un ronroneo y se vino a que la acariciara, el veterinario se quedo sorprendido, --esto es amor a primera vista-- dice sonriendo, pobrecita está muy desnutrida, vamos a tener que canalizarla para darle suero. --¿Ustedes se van hoy?-- Nos pregunta el Intendente, y, si, después que descanse el chófer, saldremos a la nochecita, dice el veterinario, igual la vamos a cargar en el furgón para canalizarla. Dicho esto, busca su maletín y se prepara para inyectarle un sedante, le pasa a través de la reja una soga, con la que la envuelve presionando sobre la rej, para inmovilizar sus patas traseras, de esta forma procede a darle el sedante que la dormiría por unas cuantas horas. La cargamos en el furgón, donde había un colchón preparado para que tuviera una cama cómoda para el viaje, ahí el veterinario la canalizo y le coloco el suero. Así que nos fuimos todos al hotel del pueblo a descansar, y luego de un buen almuerzo ahí mismo, nos acostamos a dormir la siesta hasta la hora de partir, a las 19,00hs , estaban las autoridades, esperando para despedirnos, previa documentación fotográfica, de la entrega por parte del Doctor , Secretario y Comisario, se había reunido medio pueblo en la plaza , para despedir a Luna, con todas las recomendaciones del Intendente para que no los hiciera quedar mal, partimos, con la promesa que Arroyito seria conocido como un pueblo de buen corazón. Viajamos toda la noche, sin inconvenientes, llegamos a la Capital, y nos dirigimos directamente al Zoológico, el sereno nos abrió las puertas, y llevamos a Luna directamente a la enfermería, donde tendría una jaula, preparada para ser atendida, la bajamos con mucho cuidado, como estaba tan desnutrida pobrecita no pesaba nada. Me había comentado el veterinario, que iba a costar mucho rehabilitarla, pues su estado era bastante grave, deberían hacerle estudios y análisis, para saber cómo estaba en principio su flora intestinal, sus riñones, y vías respiratorias. Luego poco a poco con alimento balanceado y suero normalizarían su sistema alimenticio hasta que pueda volver a comer carne, cosa que puede llevar semanas, según el veterinario. Luego de dejar a Luna en el Zoo, el chófer muy atento se ofreció a llevarme a casa, antes de partir el mismo veterinario, me extendió un permiso muy especial, para visitar a la leona cuando quisiera, es más me rogó que no la abandonara, ya que había visto una simbiosis muy especial entre nosotros. Satisfecho con lo que había logrado, me fui a descansar del viaje, cuando llegue, mi esposa ya estaba levantada, me preparo el desayuno, mientras le contaba los pormenores de la misión de rescatar a Luna, se puso muy contenta pues a ella también le gustan los animales y detesta verlos sufrir. Me comento que el tío le había dicho, que me tomara el día para descansar, no obstante ya tenía decidido que por la tarde iría a la aseguradora, a notificarles lo actuado, y llevar las fotos nuevas al laboratorio, para luego enviarlas a la S.P.de A., que se encargaría de hacerlas publicar en algún diario Capitalino, junto a los agradecimientos a las autoridades de Arroyito. Tres años después, Luna había recuperado gran parte de su cuerpo, llegando a pesar 156 kilos, por su mansedumbre era la delicia de los niños, tenía su jaula propia, con una fosa donde se ocultaba cuando se cansaba de la gente. Habitualmente la visitaba los sábados, antes de que abriera sus puertas el Zoo, don Pepe, el carnicero del barrio, tenía la consigna de que el viernes debía conseguirme un corazón o un hígado entero para llevarle a Luna de regalo. No sé si me olfateaba, o presentía mi llegada, el caso es que siempre la encontraba en actitud de espera, y cuando me veía me hacia toda clase de ronroneo y comenzaba a dar vueltas festejando mi llegada. Entraba a la jaula, le daba la golosina que ella saboreaba con deleite, mientras yo la acariciaba y la cepillaba. Jamás olvidare, el ultimo día que la vi con vida, luego de estar con ella y darle el bocado especial de los sábados, la cepille bien , mientras le hablaba, ella se relamía sacándose la sangre de su boca, cuando comencé a despedirme ,se acerco bien y comenzó a lamerme la cara , cosa que nunca había hecho. Si serás regalona le dije, y la abrasé fuerte, salgo de la jaula y le digo pórtate bien que el sábado vuelvo. Se sentó a mirarme y alzando su cabeza al cielo, me regalo un rugido al mejor estilo de Alex, el león de la película Madagascar, en ese momento vi a Luna brillar como el Sol. Evidentemente se estaba despidiendo, al otro día me llaman del Zoológico dándome la mala noticia de que Luna había muerto. Según el veterinario, había tenido un paro cardíaco, o sea que se durmió y no despertó. Eso me reconforto un poco, aun así, la sigo extrañando, pese a que ya ha pasado mucho tiempo.

 nocli 

(1) CARTA DE UN LEÓN A OTRO


 Perdón, hermano mío, si te digo que ganas de escribirte no he tenido
No se si es el encierro no se si es la comida o el tiempo que ya llevo en esta vida.
Lo cierto es que el zoológico deprime, y el mal no se redime con cariño, si no es por esos niños que acercan su alegría sería más amargo, todavía.
A ti te irá mejor, espero viajando por el mundo entero aunque el domador, según me cuentas te obligue a trabajar mas de la cuenta.
Tu tienes que entender, hermano que el alma tiene de villano al no poder mandar a quien quisieran descartan su poder sobre las fieras.
 Muchos humanos, son importantes silla mediante, látigo en mano.
Pero volviendo a mí, nada ha cambiado, aquí desde que fuimos separados hay algo, sin embargo, que noto entre la gente, parece que miraran diferente.
Sus ojos han perdido algún destello, como si fueran ellos los cautivos yo se lo que te digo apuesta lo que quieras que afuera tienen miles de problemas.
Caímos en la selva, hermano y mira en que piadosas manos su aire está viciado de humo y muerte y quién anticipar puede su suerte.
Volver a la naturaleza sería su mayor riqueza allí podrán amarse libremente y no hay ningún zoológico de gente.
Cuídate hermano, yo no se cuando Pero ese día, viene llegando.

 Letra :Chico Novarro 
 ISBN 978-987-33-6773-1

domingo, 26 de junio de 2016

Dr.Carlos F. Mascias

No se puede hablar del Rincón de Ajo, sin mencionar a otro gran pionero, me refiero al primer medico que tuvo la zona , cuando esto, todavía era casi virgen, cuando para llegar era realmente un gran sacrificio, cruzando pantanos y cañadones,en galeras tiradas por caballos. Me refiero al Dr.Carlos F.Mascias
Según cuenta en su libro: “ La Ria de Ajo, y sus cosas” dice así : Llegue a Dolores en una mañana del 22 de Julio, después de doscientos kilómetros por la ruta 2, y enseguida averigüe en donde se tomaba el camino a Gral.Lavalle. Se me comunico que era imposible ir en mi coche, tres días e lluvia habían puesto los caminos intransitables, solo hay una forma me dijeron,tomar la galera de Davila que sale a las nueve de la mañana.
Esta era la galera de Davila,en ella llego a Lavalle después de tres días de viaje ,en el pueblo lo esperaba el intendente para que se hiciera cargo del hospital, así escribe en su libro
Dr.Carlos F Mascias , fue un gran hombre que se enamoro tanto de la zona, que llego a ser Intendente Municipal en Gral. Lavalle, dándole prosperidad al pueblo. Hoy el Hospital e Mar de Ajo ,lleva con orgullo su nombre

lunes, 8 de febrero de 2016

Recordando viejos tiempos


Aquí están mis orígenes,Mi bisabuelo mi  abuelo y mi padre, oriundos de Generel Lavalle, mi madre y yo, de General Madariaga , aunque el destino quiso que a los 7 años ,por razones de salud (asma) de mi padre nos fuéramos a vivir a Tandil ,a los 22 años regrese a este hermoso lugar para quedarme he integrar esta comunidad , que mucho me ha dado. Aquí conocí mucha gente linda que ya no están a las que quiero recordar como auténticos pioneros, pese a que cuando llegue a los  primigenios ya no estaban.Aquí conocí a mi esposa, quien me dio tres hermosas hijas y me acompaña desde hace 45 años,aquí trabaje todos estos años, para hoy tener un merecido descanso , y el tiempo necesario para dedicarme a estas cosas, que ayudan a elevar el espíritu.Es mi deseo de que esta pagina sea de vuestro agrado



Quisiera dejar una reseña histórica de quienes fueron mis antepasados, pero también el recuerdo de toda la gente que hizo posible el levantamiento de todos estos balnearios, imaginados por  visionarios que hicieron posible, lo que hoy es el Rincón de Ajo.
Mi retorno a  este lugar fue a partir del año 1960, cuando todavía las calles se empajaban para retener la arena y hacerlas transitables, con los carritos tirados por nobles equinos, al mando de aquellos  pioneros, que con mucho esfuerzo levantaron estas modernas ciudades costeras.
Muchos nombres, muchas caras, que aun están en mi memoria, aunque ellos ya no estén, en este Blogger irán apareciendo en viejas fotografías, algunas ya descoloridas por el tiempo, pero no por eso menos  vigentes en el recuerdo de sus familiares , y seres queridos.


Tiempo atrás habia escrito en un bloooger de La Nacion sobre la gente de este lugar,ahora pretendo rescatar todo eso y unificarlo en este lugar con la historia de toda la zona.






Recordando viejos tiempos


Cuando éramos jóvenes todavía, nos refugiábamos en un balneario ,que tenia un encanto muy especial, solo aquellos que lo conocieron, y vivieron horas intensas en ese lugar pueden darme la razón , no se si era el lugar , o el carisma de su dueño, el inolvidable Osvaldo Cárdenas y su pequeño hijo Eduardito. Lamento mucho no tener noticias de ellos, hace ya mucho tiempo que se fueron de Mar de Ajo.
Hoy el balneario dejo de ser lo que era, para convertirse en el destacamento de Prefectura Naval Argentina.
Tengo muchos recuerdos lindos de ese lugar donde se juntaba toda la juventud , aun después de pasados los días estivales de la temporada, era el lugar obligado donde ir a tomar un café y pasar un rato agradable con muy buena música, ya que Osvaldo tenia muy buen gusto para la música y podías deleitarte , tanto con los Beatles , como con clásicos, o música típica ,junto a los éxitos del momento, recuerdo que el primer equipo de Magazine que llego a Mar de Ajo , fue el del Delfín, con el se podía oír música en estéreo, ( Para los mas jóvenes les diré que el Magazine fue el antecesor del Cassette , y se lo conocía como auto estéreo). Para un ambiente como ese  tenia muy buen sonido, además de la música y los juegos de mesa , podías deleitarte leyendo algún libro , ya que en invierno se habilitaba una biblioteca.
Mi Delfín , recuerdo en especial un invierno muy frío  , donde se había convertido en nuestra segunda casa , era mas que un club de amigos , tenia tal atracción que era imposible dejar de ir diariamente , allí pase horas muy lindas en compañía de buenos amigos ,lamentablemente la mayoría de ellos ya no están entre nosotros.

Para todos ellos vaya este recuerdo

En estas fotos Mi Delfín como era en esa época
 En la foto de abajo, Emilio Lopez y Demetrio (MIMI) Erginos , bailando Zorba el Griego
Olvidando aún tus intereses
Supiste brindarte como amigo
Viviendo sin descanso, muchas veces
Amaneciste sin haber dormido
Luchaste sin cesar, para poder al fin
Dar a Mar de Ajo, lo que es tu orgullo
Orgullo de todos, Mi Delfín

Para Osvaldo Cardenas,
Propietario de Mi Delfín, 22/9/67
nocli.

NOCHE DE LUNA LLENA


Mar inmenso, olas que son poemas,
luces del muelle allá a lo lejos,
que llena los cristales de reflejos.
Estrellas que brillan cual diademas
en la obscuridad del firmamento
Afuera un grillo melancolico
eleva su monótono lamento
mezclado con Piazzola por momentos.
abro la ventana y la brisa del mar
rompe la calma(la exterior, no la del alma)
miro sobre el mar el horizonte y veo una luz
......un barco,......mis deseos, ...mis anhelos,
y la música que escapo por la ventana.
Pero no, la música esta aquí adentro
también yo y mis sentimientos
Solo el grillo esta afuera, con el barco
y las luces a lo lejos, casi sobre el marco,
solo estoy  yo aquí, con mis pensamientos.
Solo estoy aquí con la melancolía del grillo,
Y este es mi lamento.

En Mi Delfin,  temporada 1966/67
nocli

viernes, 29 de enero de 2016

Un día como cualquier otro

                                


Y así después de esperar tanto, un día como cualquier otro, decidí triunfar...
Decidí, no esperar a las oportunidades sino yo mismo buscarlas.
Decidí, ver cada problema como la oportunidad de encontrar una
solución.
Decidí, ver cada desierto como la oportunidad de encontrar un oasis.
Decidí, ver cada noche como un misterio a resolver.
Decidí, ver cada día como una nueva oportunidad de ser feliz.
Aquel día descubrí que mi único rival, no eran más que mis propias debilidades. Y que en éstas, está la única y mejor forma de superarnos.
Aquel día dejé de temer a perder, y empecé a temer no ganar
Descubrí que no era yo el mejor, y que quizás nunca lo fui.
Me dejó de importar quien ganara o perdiera.
Ahora me importa simplemente saberme mejor que ayer.
Aprendí que lo difícil no es llegar a la cima, sino jamás dejar de subir.
Aprendí que el mejor triunfo que puedo tener, es tener el derecho de
llamarle a alguien Amigo.
Descubrí que el Amor, es más que un simple estado de enamoramiento... "El amor es una filosofía de vida"
Aquel día dejé de ser un reflejo de mis escasos triunfos pasados, y
empecé a ser mi propia tenue luz de este presente.
Aprendí que de nada sirve ser luz, si no vas a iluminar el camino de
los demás. Aquel día decidí cambiar tantas cosas...
Aquel día aprendí que los sueños son solamente para hacerse realidad
Desde aquel día ya no duermo para descansar.
Ahora simplemente duermo para soñar.

Anónimo

  

LOS SENTIMIENTOS

Los sentimientos nacen, y mueren con el tiempo, la voluntad se cultiva día a día, las emociones son efímeras como una estrella fugaz, pero las tres, hacen al desarrollo del carácter.
Si tienes sentimientos, buenos o malos y no tienes voluntad, tarde o temprano sufrirás, la voluntad te da control sobre los mismos, si tienes voluntad y no tienes sentimientos, te convertirás en una fría maquina de calcular.
Las emociones, aunque efímeras suelen ser peligrosas, pues no son controladas por la voluntad, pero si, son frenadas por los sentimientos.
Los sentimientos son del corazón, la voluntad de la mente, y las emociones del alma.
Cuando los sentimientos son muy grandes, la mente se obnubila, se dificulta el razonamiento, y se produce una gran emoción que nos toca las fibras mas intimas, hasta producir el llanto; Pero como la emoción es fugaz, la mente reacciona y deja paso a la voluntad, y es de acuerdo a la voluntad, como se llevaran los sentimientos, que solo el tiempo será el que los aplaque hasta morir en el olvido.

                               Nocli