Rincón" se llamaba en nuestras campañas a cualquier porción
de tierra rodeada por agua, mayormente si permitía mantener agrupada y a salvo
a la hacienda, siendo los más conocidos el Rincón de López, sobre el Salado y
el de las Gallinas, que es oriental, en el ángulo del Uruguay y el Negro,
quedando un tercero, de denominación más reciente: el Rincón de Milberg.
Pero hay otro más que fue famoso y al que apenas si se lo
reconoce como tal, convengamos; en efecto cumple con el requisito de estar casi
cercado por agua o zonas inundables aunque, en realidad, jamás se lo utilizó
para encerrar ganado y hasta su mismo nombre fue siempre impreciso: el Rincón
de Ajó que es, también, el Rincón del Tuyú, designaciones corrientes a mediados
del siglo XVIII y ambas de filiación guaranítica, lo que es bastante raro y
acredita que fueron dados por intrusiones, seguramente de intentos misionales.
Si de Chascomús se buscaba el rumbo al mar, la vía más fácil era
avanzar por la franja consolidada y libre de anegamientos que, poco más o
menos, siguieron más tarde el ferrocarril y la ruta 2: el trayecto lleva a Mar
del Plata, que no en balde se llama así pues es el mar que primero encontraba
un viajero procedente de las riberas del Plata.
Porque hacia el Este de esa línea había -y hay, en buena parte-
extensísimos cangrejales, zonas bajas, pantanos alternados con montes de talas
y con otros del hoy casi extinto arbusto espinoso conocido como coronillo, área
cerrada hacia el Atlántico por un cordón de dunas tras el cual se abren playas
inmensas, costa prácticamente inaccesible a la navegación.
Los caladeros más cercanos estaban sobre las costas asimismo
desfavorables de la bahía de Samborombón: el del Tuyú (San Clemente), el de Ajó
(Puerto General Lavalle) y el circunstancial de la Boca del Salado. Según es
sabido, el gaucho, sin casa, sin familia, hombre que por ser de todos los
pagos, en realidad no lo era de ninguno, se cansaba en ocasiones de su mala
suerte y estrechez, y entonces escapaba, huía, se convertía en "gaucho
alzado".
Lugar de fugitivos
La versión más popular de esto se halla en la triste experiencia de Fierro y Cruz en las tolderías; pero hubo otros muchos desdichados -o matreros, o gente que se había "desgraciado"- fugitivos en áreas más a mano pero igualmente de acceso arduo, como los prolongados guadales del Vallimanca o, justamente, ese rincón impreciso, al sur de Chascomús y al este de Dolores, donde hallaban refugio -entre muy escasos pobladores- aventureros, ermitaños, unitarios batidos en combate, perseguidos, gente de avería y con cuentas por pagar.
La versión más popular de esto se halla en la triste experiencia de Fierro y Cruz en las tolderías; pero hubo otros muchos desdichados -o matreros, o gente que se había "desgraciado"- fugitivos en áreas más a mano pero igualmente de acceso arduo, como los prolongados guadales del Vallimanca o, justamente, ese rincón impreciso, al sur de Chascomús y al este de Dolores, donde hallaban refugio -entre muy escasos pobladores- aventureros, ermitaños, unitarios batidos en combate, perseguidos, gente de avería y con cuentas por pagar.
Entre ellos la tradición cuenta a Santos Vega, arquetipo del
payador errante, de aquel que por llevar consigo el encanto de la canción no
puede hacer nido en ningún lado. En el Tuyú habría vivido o acaso muerto, no se
sabe si de pena tras su derrota en la verseada con el Diablo o bien a causa de
que el propio Juan sin Ropa acudió hasta allí para humillarlo. Todo había
concluido para él y de la rica tropilla de que había sido dueño sólo le quedaba
un alazán tostado, su compañero en la soledad y el infortunio.
No es el único caballo famoso y fantasmal de la zona: el Partido
de Tordillo (General Conesa) se llama así por uno tremendamente arisco al que
nunca ningún criollo pudo pialar. Tal vez ande todavía hoy a las corridas y
atropelladas por alguna de las diversas reservas que pretenden conservar la
fauna y la vegetación originarias; se dice que en ellas subsisten venados.
Puede ser; entretanto, lo que sí hay son pájaros, incontables pájaros, con su
estruendo aunado en las mañanas.
Por ahí ha pasado la leyenda pero también la historia: los
bloqueos brasileño y anglofrancés del Río de la Plata llevaron a que se usaran
esos mínimos puertos de Samborombón. A la ría del Ajó llegaron, en tren de
guerra, el desventurado Manuel Rico en 1839 y Mitre en 1874 y los dos
reclutaron paisanos.
Hubo después saladeros y aunque parezca extraño, hacia 1885 ese
fondeadero que hoy sólo recibe a contados pesqueros era el tercer puerto del
país, después del de Buenos Aires y el del Rosario: se embarcaban allí pieles y
lanas.
Fuente:
Diario La Nación 11/6/2011
Informacion Adicional:
Origen del Partido de la Costa:
Para hablar del origen del Partido de La Costa, debemos
remontarnos al año 1580, cuando Hernando Arias de Saavedra organiza una
expedición desde Asunción del Paraguay por tierra, llegando a Tandil. Fue
acompañado por indios guaraníes evangelizados que dieron el nombre de TUYU a
ésta región, por lo que los españoles comienzan a llamarlo “Rincón del Tuyú”.
Los padres jesuitas y franciscanos y las misiones evangelizadoras brindaron los
primeros conocimientos geográficos de la zona.
En el año 1744 el padre Tomás Falkner se hace cargo de realizar
una carta topográfica de lugar. Los indios que le servían de vaqueanos dan al
lugar el nombre de AJO. La ría de Ajó tuvo importancia como refugio para barcos
que comerciaban y lugar de acopio de frutos del país.
Ya en el año 1825 Juan Manuel de Rosas junto a su topográfo, el
agrimensor Senillosa, incluyen a esta zona en el proyecto de urbanización de
Dolores y Monsalvo, resultando este último el de Ajó.
En 1870 en General Lavalle (único puerto del lugar), se
encontraba en pleno auge la industria saladeril. La misma decae poco tiempo
después con la llegada del frigorífico. Debido a esto, disminuye la población
rural y los habitantes que quedaron fueron contratados por el gobierno en obras
viales, mientras que otros se emplearon en estancias.
El 19 de octubre de 1891 se creó el Partido de General Lavalle,
este comenzaba en el Rincón de Ajó. Es a partir del año 1930 que se introduce
el turismo en la zona. Como consecuencia del movimiento turístico se da origen
a las localidades de San Clemente del Tuyú y Mar de Ajó. Con el correr de los
años nacen las demás localidades: San Bernardo del Tuyú, Santa Teresita, Mar
del Tuyú, Las Toninas, Costa Chica, Lucila del Mar, Costa Azul, Costa del Este,
Aguas Verdes, Nueva Atlantis, Pinar del Sol y Costa Esmeralda.
Fuente: www.costadelestenews.com.ar